domingo, 25 de mayo de 2014

El sistema de pensamiento en la economía clásica.

         Características generales del “clasicismo” en economía:


Los cincuenta años en torno del final del siglo XVIII marcan un cambio social profundo. Formas nuevas de producción, de relaciones sociales, de gobierno y de pensamiento social, que en su lucha contra las antiguas se habían desarrollado de una manera lenta y muchas veces vacilante, avanzaban ahora triunfante y las batallas anteriores fueron fácilmente olvidadas. En el campo de las ideas, el reflejo de los cambios económicos y políticos acusa una diferencia aún más notable que los cambios mismos. El pensamiento social toma conciencia de sí mismo y revela un conocimiento más completo que hasta entonces de la naturaleza del orden social que se estaba erigiendo ante sus ojos.
La economía nació como ciencia en el período clásico, sobre cuyo comienzo y final nunca hubo acuerdo entre los economistas. Los más moderados eligieron comenzar por Adam Smith (1776) y culminar con Stuart Mill (1848). Los franceses prefieren como punto de partida a Quesnay y su cuadro económico, en tanto Marx señaló como primer clásico a William Petty (siglo XVII) y como último, a Ricardo (1817). Los seguidores de Marx prefieren considerarlo a él como último y mayor clásico. Keynes (1936) llamó economía clásica al período que se extiende desde Ricardo hasta 1936, su propia obra.
La economía clásica es una teoría con su modelo y su referente empírico. La economía clásica es un discurso sobre la producción. También habla de los mercados, de los procesos monetarios, de la intervención del estado
La demanda es el factor de perturbación a corto plazo. A los clásicos no les interesaba mucho el corto plazo. La demanda perdía capacidad explicativa si operaba en condiciones de mercado en que las funciones de oferta son infinitamente elásticas y cuando los costos unitarios son constantes.
La nula presencia de la demanda tiene su contrapartida en la omnipresencia de la oferta. El valor de cambio se determina por las condiciones de oferta o por los costes de producción.
La economía clásica considera a la sociedad segmentada en grandes agregados de personas: propietarios, productores, y estériles (Quesnay); terratenientes, asalariados y capitalistas (Smith-Ricardo); asalariados y burgueses (Marx). La economía clásica es conservadora, y no contempla el cambio de status social., al que consideran dato de mayor durabilidad aun que el largo plazo. En el análisis de las cosas económicas, no se tiene en cuenta movilidad social alguna. Quien había nacido en una clase quedaba adscripta a ella por el término de su vida natural. El orden económico incluso aportaba mecanismos que contribuían a mantener a todos en su clase de pertenencia: el asalariado necesitaba consumir todo su salario, no lo era posible ahorrar ni por tanto acumular un capital, por pequeño que fuera, para pasar a la clase de patrono. Acumular capital era privativo de los perceptores de ganancias. Poseer tierras era privativo y excluyente de la nobleza.
Cuando se habla del largo plazo éste expresa una convención que designa distintas duraciones de tiempo, según el problema que se analice. Si se trata de ver la respuesta de la oferta de trabajo a una mejora del salario corriente, el plazo es de once años, lapso que transcurre entre el nacimiento y la aparición de un niño en el mercado laboral. Si se trata de ver la respuesta de la oferta, el largo plazo es el tiempo necesario para ajustar el capital fijo de una unidad de producción. Si se trata de medir el precio natural de un bien, debe conocerse toda la serie anterior de precios de mercado. Si se trata de analizar los efectos de una expansión de la cantidad de dinero, el largo plazo es el efecto final sobre los precios, luego de ajustes sucesivos que llevan a la economía a estados próximos al pleno empleo.
Otras características del sistema clásico son:
· Visión optimista del funcionamiento de los mercados: Los clásicos favorecían la libertad, los mercados no regulados y la libertad individual irrestricta. Tenían la seguridad de que la libertad y la exención de impuestos eran buenos por sí mismos. Además la libertad, en particular la económica, proporcionaba un medio a través del cual la economía podía funcionar de manera más eficiente. Los individuos y los negocios deberían tener libertad de comerciar sin que interviniese el gobierno. Más aún, los clásicos consideraban que la libertad económica y política estaban entrelazadas de manera indisoluble; ambas se fertilizaban mutuamente.
· La preocupación por el crecimiento económico: Al tener una orientación esencialmente macroeconómica los economistas clásicos avisoraron el descubrimiento de las fuerzas que determinan la tasa de crecimiento económico. Su preocupación por el crecimiento condujo a los economistas clásicos al estudio de los mercados y al sistema de precios como un asignatario de recursos. Los clásicos estudiaron la formación de los precios relativos y de mercados, a fin de comprender su impacto sobre el crecimiento económico. Los clásicos también mostraban mucho interés por las fuerzas que cambian la distribución del ingreso a través del tiempo.
· Otro alejamiento notable del pensamiento mercantilista: Aun cuando la estructura teórica de los mercantilistas era débil, ellos confiaban en su capacidad para entender el funcionamiento de la economía. Una vez que estaban convencidos de haber logrado dicho entendimiento, consideraron apropiado intentar remediar cualesquier defectos que percibían en el funcionamiento de la economía, ya sea a través del cambio de las estructuras institucionales o permitiendo la intervención del gobierno. A los mercantilistas les gustaba compararse con un doctor que atendía a su paciente: ellos recetaban remedios para el mal funcionamiento de la economía, los cuales a menudo suponían la intervención del gobierno. Esta certeza de conocimientos por parte de los mercantilistas contrasta por entero por el escepticismo de Adam Smith, quien cuestionaba la sabiduría de los políticos, los cuales se atrevían a sustituir juicios del mercado por los suyos.
Entre los principales aportes de Smith:
· Estableció el concepto de la libre competencia como única vía para asegurar el máximo bienestar de la sociedad.
· Definió la importancia de la división del trabajo como causa principal de la reciente productividad
· Planteó una nueva división de la sociedad en clases
· Desarrolló la teoría del trabajo como fuente del valor de los bienes.
Las nuevas clases sociales
Salario: se entiende por salario del trabajo aquella recompensa que se otorga cuando el trabajador es una persona distinta del propietario del capital que emplea el obrero.
El beneficios una deducción del producto del trabajo de la cual se apropia el capitalista. Pero, además, las variaciones en los beneficios dependen de la cantidad de capital invertido.
A medida que hay más comerciantes que venden el mismo producto, la competencia entre ellos hace que comiencen a ofrecer sus productos a precios cada vez más bajos con el fin de atraer a los compradores. Pero a medida que los precios bajan, disminuyen también los beneficios obtenidos por cada uno de los comerciantes. Incluso podría suceder que decidan salir de ese negocio e invertir su capital en otro que rinda mayores ganancias.
Smith plantea que los beneficios están directamente relacionados con la cantidad de capitales que se invierten en un mismo tipo de negocio.
La renta es aquella parte del ingreso proveniente del producto de la tierra y que el propietario exige un virtud de su derecho de propiedad.
Según esta división del ingreso, las clases se dividen de acuerdo con la forma en que los individuos reciben dicho ingreso: los asalariados, las empresas capitalistas, y los terratenientes.
La clase de los asalariados agrupa a aquellos individuos que reciben sus ingresos en forma de salarios a cambio de su trabajo, ya sea que éste se realice en la agricultura o en la industria. La clase de los capitalistas está compuesta por aquellos que reciben sus ingresos en la forma de beneficios provenientes del capital, ya sea que éste se aplique a la agricultura o a la industria. Los terratenientes, por su parte, son aquellas personas que siendo propietarias de una porción de tierra reciben un ingreso (denominado renta) que proviene del excedente generado por aquellos que trabajan esas tierras.
                                  
 Libro de Adam Smith
              La sociedad en la época clásica

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